Paqarina
Paqarina es un vocablo qhychwa relacionado con el concepto de manifestación de origen, territorio de iniciación o lugar de nacimiento. Según el Diccionario de la Academia Mayor de la Lengua Quechua, la voz Paqaric significa: que aparece, se origina, crea o nace de algo o de alguien.
En los mitos de los orígenes de muchas culturas del pasado, se guardan las memorias de sus "origenes". En la Cultura de los Andes se preservan algunos mitos asociados al origen de esta cultura, lo cual se resume en la combinación de las fuerzas del "Hombre" y las fuerzas de la "Mujer", lo que se refleja claramente en el mito de "Manco Kapac y de Mama Ocllo" saliendo del lago Titicaca.
Este vocablo "paqarina" también se vincula con un lugar o con un accidente geográfico, con un animal o con algún elemento del mundo "natural", en donde se produjo el origen de las etnias primigenias. Por otro lado, también acoge el lugar donde retornan los "Runas" cuando fallecen, por lo que la noción de "paqarina", se asocia por un lado al origen de los antepasados primigenios y por otro, a su lugar de descanso.
Desde que somos concebidos y nacemos en esta "MamaPacha", llevamos dentro de nosotros un sentir que nos vincula con el origen de donde todo lo que proviene, nacemos vinculados a nuestra "Madre Tierra" o "MamaPacha" y al "TaytaInti".
Estos vínculos de origen, te permiten progresivamente comunicarte de manera nativa con las fuerzas "naturales" que "viven" en nuestro interior, las cuales nos permiten tener acceso a toda la información, memorias, conocimientos y saberes necesarios para desarrollarnos, lo que siempre fue propio de los sentires y formas de vida de los "Runas" y de las poblaciones nativas originarias.
La gran mayoría de extranjeros o humanos modernos, nunca han conocido esto, no tienen referencia alguna de lo que hablo, con excepciones asociadas a los que tienen raíces antiguas, ya que su historia es muy joven o pequeña, ya que al igual que un injerto, ellos nacieron de una separación, de un quiebre, de una génesis o de un genocidio, a diferencia de los descendientes de las culturas antiguas, que siempre hemos estado aquí.